Investigadores catalanes han analizado la red trófica marina de Mauritania, en la costa noroeste de África, que alberga uno de los bancos de pesca más explotados y donde residen dos de las especies de mamíferos marinos más amenazadas del mundo: la foca monje y el delfín jorobado del Atlántico. Los resultados demuestran que las actividades pesqueras industriales y artesanales de la costa ponen aún más en peligro a estos mamíferos y a los ecosistemas marinos locales.
Texto: SINC
Los investigadores estudiaron la red trófica marina local de la costa noroeste de África y comprobaron, a través de la análisis de isótopos estables de carbono y nitrógeno, la distribución y posición trófica de 13 especies de mamíferos y de otras especies de macroalgas, plantas marinas, peces, moluscos, tortugas y phytoplankton, hasta ahora nunca estudiadas.
La foca monje (Monachus monachus) y el delfín jorobado del Atlántico (Sousa teuszii) son “las especies más costeras de todo el área de estudio, y son las únicas que ocupan este ecosistema marino”, afirma a SINC Ana M. Pinela, autora principal e investigadora en la Universidad de Barcelona (UB).
Según la científica portuguesa, esta área tan “exageradamente” explotada por la pesca industrial y artesanal “debería ser prioritaria para la conservación de estas especies importantes para la biodiversidad. Si desaparecieran, difícilmente otras ocuparían su lugar”. Esto provocaría una “grave” alteración “a todos los niveles” de los ecosistemas costeros locales, que se quedarían sin dos superpredadores “esenciales” para su buen funcionamiento.
El estudio, que se publica en Marine Ecology Progress Series, demuestra así la importancia de los depredadores Monachus monachus y Sousa teuszii para el correcto mantenimiento de los ecosistemas costeros mauritanos.
La orca (Orcinus orca) presente en Mauritania se alimenta en el mismo nivel trófico que la foca monje, lo que significa que se nutre de peces y no de mamíferos marinos como sucede en otras costas. Pero “tiene una distribución mucho más pelágica (mar abierto)”, señala Pinela quien describe por primera vez el ecotipo offshore (costa afuera) de la orca en esta zona.
Una explotación “sin procedentes”
“Mauritania alberga algunos de los hábitats más explotados a nivel de pesquerías de todo el mundo con uno de los mayores bancos de pesca y con muy baja regulación, inspección y control”, explica la investigadora. En esta costa habitan dos de las especies más amenazadas del mundo: la foca monje, que se encuentra al borde de la extinción, y el delfín jorobado, cuya distribución geográfica es limitada y del cual se conoce poco.
Para los científicos, la conservación de las zonas costeras debería ser “una prioridad”. “El gobierno mauritano y las agencias internacionales deberían tener un mayor control sobre la explotación pesquera tanto industrial como artesanal de los fondos marinos y de las zonas costeras”, asegura Pinela. La sobrepesca y la sobreexplotación de los recursos limitan la disponibilidad de las presas para estas especies y dañan los ecosistemas.
El equipo de investigadores pide que se regule “con más ahínco” esta pesquería, se monitorice y controle la flota pesquera, “sea Mauritana o internacional”, y se implemente una pesca sostenible en el noroeste de África.
Además, deberían hacerse cálculos de abundancia y de captura de los peces en toda el área de estudio porque es “un hotspot de biodiversidad que acoge una gran diversidad de mamíferos marinos”, concluye Pinela.
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