EDITORIAL


Hemos regresado a la vieja costumbre de publicar el lunes por la mañana. Andamos con demasiado trabajo y no da tiempo a publicar el sábado.

Por lo demás esta semana nos hemos volcado con una portada muy biológica. Noticias relacionadas con especies y biodiversidad. Entendemos que cada vez perturbamos más el delicado equilibrio de la naturaleza y en cambio, otras especies que actuan de manera natural sufren nuestros atropellos.

Por eso esta semana hemos querido dejarles un espacio en nuestra revista para que nos presenten sus problemas.

Otra semana más, Ciencia y Origen.


Xabier Iglesias
Editor y Redactor de Ciencia y Origen




LA FOCA MONJE Y EL DELFÍN JOROBADO, AMENAZADOS POR LAS ACTIVIDADES PESQUERAS E LA COSTA MAURITANA


Investigadores catalanes han analizado la red trófica marina de Mauritania, en la costa noroeste de África, que alberga uno de los bancos de pesca más explotados y donde residen dos de las especies de mamíferos marinos más amenazadas del mundo: la foca monje y el delfín jorobado del Atlántico. Los resultados demuestran que las actividades pesqueras industriales y artesanales de la costa ponen aún más en peligro a estos mamíferos y a los ecosistemas marinos locales.

 
 
Texto: SINC
 
 
 
Los investigadores estudiaron la red trófica marina local de la costa noroeste de África y comprobaron, a través de la análisis de isótopos estables de carbono y nitrógeno, la distribución y posición trófica de 13 especies de mamíferos y de otras especies de macroalgas, plantas marinas, peces, moluscos, tortugas y phytoplankton, hasta ahora nunca estudiadas.

La foca monje (Monachus monachus) y el delfín jorobado del Atlántico (Sousa teuszii) son “las especies más costeras de todo el área de estudio, y son las únicas que ocupan este ecosistema marino”, afirma a SINC Ana M. Pinela, autora principal e investigadora en la Universidad de Barcelona (UB).

Según la científica portuguesa, esta área tan “exageradamente” explotada por la pesca industrial y artesanal “debería ser prioritaria para la conservación de estas especies importantes para la biodiversidad. Si desaparecieran, difícilmente otras ocuparían su lugar”. Esto provocaría una “grave” alteración “a todos los niveles” de los ecosistemas costeros locales, que se quedarían sin dos superpredadores “esenciales” para su buen funcionamiento.

El estudio, que se publica en Marine Ecology Progress Series, demuestra así la importancia de los depredadores Monachus monachus y Sousa teuszii para el correcto mantenimiento de los ecosistemas costeros mauritanos.

La orca (Orcinus orca) presente en Mauritania se alimenta en el mismo nivel trófico que la foca monje, lo que significa que se nutre de peces y no de mamíferos marinos como sucede en otras costas. Pero “tiene una distribución mucho más pelágica (mar abierto)”, señala Pinela quien describe por primera vez el ecotipo offshore (costa afuera) de la orca en esta zona.


Una explotación “sin procedentes”

“Mauritania alberga algunos de los hábitats más explotados a nivel de pesquerías de todo el mundo con uno de los mayores bancos de pesca y con muy baja regulación, inspección y control”, explica la investigadora. En esta costa habitan dos de las especies más amenazadas del mundo: la foca monje, que se encuentra al borde de la extinción, y el delfín jorobado, cuya distribución geográfica es limitada y del cual se conoce poco.

Para los científicos, la conservación de las zonas costeras debería ser “una prioridad”. “El gobierno mauritano y las agencias internacionales deberían tener un mayor control sobre la explotación pesquera tanto industrial como artesanal de los fondos marinos y de las zonas costeras”, asegura Pinela. La sobrepesca y la sobreexplotación de los recursos limitan la disponibilidad de las presas para estas especies y dañan los ecosistemas.

El equipo de investigadores pide que se regule “con más ahínco” esta pesquería, se monitorice y controle la flota pesquera, “sea Mauritana o internacional”, y se implemente una pesca sostenible en el noroeste de África.

Además, deberían hacerse cálculos de abundancia y de captura de los peces en toda el área de estudio porque es “un hotspot de biodiversidad que acoge una gran diversidad de mamíferos marinos”, concluye Pinela.























CRÓNICA ARRATSALDERO TV


Lo más destacable del programa de la semana pasada fue la Pottoka, que es una raza de pequeños equidos autóctona del País Vasco.

En los últimos programas nos están presentando muchísimas asociaciones para la recuperación de diversas especies de ganada tradicional, propio del país vasco. Hemos visto como se recupera una raza de cerdos, una raza de vacas, las Betizu, y en esta ocasión, una raza de caballos, las Pottokas.

Se trata de una caballo de talla pequeña, de color marrón castaño oscuro o negro, con abundante pelaje en invierno y una estructura osea determinada.

Desde la asociación creada para su promoción y protección nos comentaban que históricamente había sido una raza que se ha cruzado con razas de mayor talla para conseguir así más carne, por lo que estaban muy volcados en mantener el estandar de calidad de la raza, haciendo selección de los nuevos potros para su futura descendencia.

Lo más importante fue la apreciación de que su conservación era necesaria, entendiendo que tanto el entorno necesita a sus especies como las especies a su entorno.

Es realmente gratificante hablar de conceptos tan importantes como el nicho ecológico de una especie, sin citar nombre técnicos, ni términos científicos, con gente de campo, pero a la vez hablar de lo mismo.



UNA TERCERA PARTE DE LOS ANFIBIOS Y REPTILES DE ESPAÑA PODRÍA DESAPARECER ESTE SIGLO



Según el proyecto Cambiaré? que lidera el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña (CTFC), si no se corrige la tendencia actual, debido al cambio global, el 55% de los anfibios y reptiles de la Península Ibérica pueden ver reducida a menos de la mitad su área de distribución, hecho que supondrá un deterioro muy importante del estado de conservación de muchas especies y que puede conducir a la extinción de hasta una tercera parte de la comunidad de anfibios y reptiles de la Península Ibérica.

 
 
Texto:  CTFC
 
 
 
El proyecto tiene como principal objetivo identificar los impactos del cambio global sobre 70 especies de anfibios y reptiles, y según las predicciones obtenidas con técnicas de modelización de la biodiversidad, en 2020 se producirá una pérdida del 6% de áreas climáticamente adecuadas para anfibios y reptiles, del 20% para el año 2050 y del 55% para el año 2080.

Según este estudio, entre los anfibios más amenazados, destacan la rana pirenaica (Rana pyrenaica) y el tritón del Montseny (Calotriton arnoldi), ambas actualmente en peligro de extinción, mientras que otras especies, como el tritón palmeado (Triturus helveticus) o la rana pasilarga o ibérica (Rana iberica), no se verán prácticamente afectadas.

Entre los reptiles, la tortuga mediterránea (Testudo hermanni) y la lagartija batueca (Iberolacerta martinezricai) son especies actualmente muy amenazadas que sufrirán los impactos negativos del cambio global.

En la página web de Cambiaré? se presentan los resultados del análisis con fichas descriptivas de las especies y mapas interactivos de idoneidad climática actual, así como del índice de idoneidad climática futura de las especies, y se proponen una serie de actividades para participar activamente en la conservación de los anfibios y reptiles y en la reducción de los efectos del cambio global.

Estudios internacionales confirman que estos animales se encuentran en la actualidad en un proceso global de pérdida de diversidad provocada por la degradación de los hábitats, las enfermedades emergentes, las especies invasoras y el calentamiento global.










EL MILANO NEGRO DECORA SU NIDO PARA MOSTRAR SU FUERZA


Un nuevo estudio, publicado hoy en Science, revela, por primera vez, que el milano negro (Milanus migrans) utiliza desechos plásticos para indicar a otras aves sus capacidades de lucha, la calidad de su territorio y su propensión al conflicto físico a modo de señal de “prohibido el paso”. Los propietarios evitan así la intrusión de otros milanos más jóvenes, que buscan robar comida o apropiarse de la zona.

 
 
Texto: SINC
 
 
 
El uso de los residuos decorativos asciende desde el nacimiento del ave hasta alcanzar este máximo, a partir del cual comienza a disminuir de forma paulatina. Las aves que más desechos utilizan se encuentran entre los 10 y los 12 años, con un nivel de decoración del 50%.

En esta franja de edad, el milano negro (Milanus migrans) “alcanza su máximo éxito reproductor y su mayor capacidad de defensa frente a ataques”, explica Julio Blas, uno de los responsables de la investigación, y biólogo en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

La investigación, que se publica en Science esta semana, ha permitido el seguimiento de esta especie en más de 150 nidos del Parque Nacional de Doñana (Huelva). Los resultados demuestran que un mayor uso de decoración está relacionado con la mayor calidad del ejemplar propietario del nido.

Este comportamiento podría compararse con “los códigos de color usados en los cinturones en artes marciales (que también varían en función de las capacidades del individuo”, afirma Blas. “El portador de un cinturón blanco no intentaría enfrentarse a uno negro, ambos se benefician del uso de estos códigos ya que el buen luchador no pierde su tiempo y el inexperto no sufre lesiones”, añade el experto.

Los investigadores han comprobado que los nidos más decorados sufren un 10% menos de ataques invasivos, lo que confirma que el significado prohibitivo de la señal es aceptado por toda la comunidad.


Predilección por los plásticos de color blanco

Para demostrar que el milano decora su nido en función de sus habilidades para luchar y no de la disponibilidad del material, el equipo aumentó de forma artificial la decoración de una serie de nidos. Los ejemplares más cercanos a su plenitud física mantuvieron la decoración, mientras que los de mayor y menor edad se deshicieron de ella. El nivel de ataques que sufrieron los individuos que no rechazaron los residuos se duplicó.

Según Blas, este fenómeno se debe a que el resto de la comunidad comprueba la capacidad física del individuo cuando este cambia su señal. Así, “evitan que un milano débil se aproveche de esta señalización y se haga pasar por un ejemplar fuerte, ya que el coste fisiológico de hacer uso de decoración en el nido es muy bajo”, aclara. Por ello, los ejemplares de mayor y menor edad no se arriesgan a pasar por esa prueba, por lo que rechazan la decoración.

La distribución de material también ha servido para constatar que esta especie siente predilección por los desechos plásticos de color blanco, que fueron seleccionados en el 90% de las ocasiones. El biólogo sugiere que esta preferencia se debe a “la mayor durabilidad del plástico y a la gran visibilidad del blanco”, que permite ser detectado desde muy lejos y facilita la resolución de conflictos desde la distancia.




















DESCUBREN LOS RESTOS DE UNA FOCA MONJE PREHISTÓRICA EN CANTABRIA


Un equipo internacional de científicos, con participación española, ha identificado en la Cueva de La Fragua (Santoña, Cantabria) los restos fósiles de una foca monje, un mamífero marino que está en la actualidad en peligro de extinción y que se asocia a las aguas templadas del Mediterráneo o el Atlántico más tropical. Es la primera vez que se identifica esta especie en la Prehistoria de la Cornisa Cantábrica. El hueso ya forma parte de las colecciones del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria.



Texto: UC



Según el hallazgo, realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC) de la Universidad de Cantabria (UC), y de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y publicado en la revista británica Proceedings of the Geolologists’ Association, el fósil tiene una antigüedad de cerca de 6.300 años.

El fósil fue además localizado en el transcurso de las excavaciones arqueológicas desarrolladas por Manuel González Morales, catedrático de Prehistoria de la UC, y por la investigadora Yolanda Díaz Casado entre 1990 y 1996, dentro del Proyecto “La Prehistoria de las Marismas”.

El proceso de identificación ha sido complejo. Según Ana Belén Marín, primera firmante del artículo y responsable del estudio de la fauna del yacimiento, el fósil, que pertenece a la extremidad anterior de un individuo adulto, tuvo que ser remontado a partir de cuatro fragmentos localizados en diferentes zonas de la excavación.

“Dado lo inusual del hallazgo, tuvimos que consultar diferentes colecciones osteológicas de Londres, París y Mónaco, así como varios museos oceanográficos antes de poder confirmar su procedencia. Se trata de un individuo que fue cazado en las inmediaciones de la cueva y consumido posteriormente por los grupos humanos que la habitaban, como así queda de manifiesto en las marcas de corte realizadas con instrumentos de piedra que se aprecian en la superficie del hueso”, explica Marín.

Estudios climáticos

La identificación de foca monje en la costa cántabra a mediados del Holoceno, periodo geológico que abarca los últimos 10.000 años de la historia humana, va más allá de su propia novedad. Los investigadores han destacado la importancia que este descubrimiento puede tener en los estudios climáticos que actualmente se desarrollan para predecir el impacto que el calentamiento global tendrá en el futuro del planeta.

Según Ana Belén Marín, “tras el último Máximo Glacial de hace 20.000 años, a mediados del Holoceno, el continente europeo registró el denominado Óptimo Climático, con temperaturas que incluso superaron a las actuales en el centro y norte de Europa. Sin embargo, los registros de polen manejados hasta la fecha indican que aparentemente en el suroeste del continente esto no fue así, y que las temperaturas medias habrían sido del orden de uno o dos grados más bajas que las actuales. El hallazgo de una foca monje en la Cueva de la Fragua viene a contradecir esta afirmación, ya que el hábitat de este fócido es incompatible con aguas frías y sólo esporádicamente se han avistado algunos ejemplares en el Golfo de Vizcaya y únicamente en las últimas décadas”.

La respuesta a este dilema podría estar en el mar. “Creemos que el hecho de encontrar foca monje en este periodo es prueba de que las corrientes marinas que actualmente permiten disfrutar de un clima templado en la Cornisa Cantantica se habrían ya instaurado hace varios milenios, lo que también coincide con los resultados isotópicos de perforaciones del fondo oceánico”, explica Manuel Gonzalez Morales, otro de los autores de la publicación.

“Se trata de un aspecto novedoso que puede alterar los resultados de las predicciones climáticas, ya que los modelos matemáticos que se emplean para su obtención suelen ajustarse mediante comparación con el Óptimo Climático de mediados del Holoceno, cuya caracterización debería contemplar el efecto termorregulador del mar”, recalca.

Esta línea de investigación sobre el cambio climático global a inicios del Holoceno y su impacto en las sociedades humanas de la época viene siendo desarrollada por diversos investigadores del IIIPC en los últimos años, a partir de la información conservada en los
yacimientos litorales de Cantabria y Asturias.


 
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