Esta semana hemos podido disfrutar de su presencia con motivo del Festival Passion for Knowledge. Todo un lujo, se mostró cercana y humilde rodeada de alumnos de bachillerato y pudimos comprobar como el conocimiento fluye de profesor a alumno al igual que la sed de saberes y la ilusión. Indagamos algo más en el curriculum abrumador de la reina de las profundidades.
Texto: Ciencia y Origen
Hemos conocido a Silvia en el Aquarium de Donostia, rodeada de alumnos de la zona, que acuden a un encuentro con ella y con Ada Yonath, Premio Nobel de Química. A pesar de todo el bullicio que nos rodea Silvia está tranquila, se muestra cercana y humilde, incluso se fotografía con alumnos. Ayuda que su familia le acompañe en este congreso, y es que su familia se habrá perdido muchas cosas pero “mis hijos han podido hacer cosas extraordinarias, como estudiar las ballenas”.
Su curriculum es sorprendente. Alrededor de 7000 horas de inmersión. Si un buceador cualquiera cataloga sus inmersiones en minutos y metros de profundidad, Silvia lo hace en horas y miles de metros. 1600 metros de profundidad en el lago Baikal, en Rusia, 4200 metros en zonas del Pacífico. Ex directora de la NOAA, la nasa de los océanos, coronada por la revista Time como la primera heroína del planeta y más de 100 premios nacionales e internacionales. A sus 75 años tan activa como siempre, ahora como exploradora residente de National Geographic y luchando por la supervivencia de los océanos.
El mensaje de Silvia es ecologista. “El 12% de la superficie terrestre está protegida, pero si miras los océanos, no llega al 1%”. Su propuesta para la solución del problema es la creación de áreas protegidas en alta mar.
Las pesquerías mundiales están llevando el ecosistema marino al colapso. Muchas especies comerciales están al límite y no se está permitiendo una tasa de renovación sostenible. Uno de los verdaderos problemas es el mercado global. El mar Mediterráneo abastece de atún rojo a practicamente todo el mundo. Se pesca Atún en grandes cantidades para exportar a Japón o al resto de Europa. El comercio local es la verdadera alternativa pero resulta mucho menos económico y es como nadar contra la corriente económica predominante.
La acuicultura se presenta como una alternativa sostenible y una posible solución al problema. “Puede ser una solución, dependiendo de las especies. Es eficiente cultivar tilapias o carpas, pero no salmones”. Y es que cultivar especies carnivoras no tiene gran sentido. La cantidad de kilos que hay que aportar en alimentación por cada kilo de engorde no resulta sostenible. Se deben cultivar especies pertenecientes a los primeros estadíos de la red trófica y consumirlas a temprana edad. No tiene sentido consumir ejemplaros con años de edad. “La economía importará poco si destruimos mares y bosques. Es hora de que nos reconciliemos con lo que verdaderamente nos permite vivir”.
0 comentarios:
Publicar un comentario