La semana pasada volvimos a televisión y de entre los temas que se trataron nos llamó en especial la atención el que nos expusó un ginecólogo especialista en fecundación in vitro.
Como ya todos sabréis este año el pionero de esta técnica ha recibido su merecido reconocimiento en forma de Nobel de medicina.
En esta ocasión pudimos descubrir cómo aplicando las mismas técnicas de la fecundación in vitro se puede controlar la transmisión de enfermedades genéticas de padres a hijos.
El procedimiento es de lo más sencillo. Han encontrado los marcadores para casi 900 enfermedades genéticas, por lo que seleccionan aquellos embriones que no son portadores de la enfermedad y son esos los que se incluyen en el tratamiento.
Llama la atención lo simple del procedimiento, y la utilización de una técnica tan ampliamente dominada y extendida.
En este caso concreto, los árboles no nos dejaban ver el bosque. Pero ya hemos superado este obstáculo y hemos ganado la batalla a casi 900 enfermedades más.
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